domingo, 2 de septiembre de 2012

El trueque



Cuando nada se podía pagar por no haber valores comunes confiables, surgió la forma del TRUEQUE, al menos en los pueblos, como forma de seguir conviviendo e intercambiando bienes y servicios. 
Se hizo de forma rápida y espontánea. Fue eficaz para reemplazar a una economía que estaba desarticulada. 
El ingenio y el acuerdo, tan difícil de lograr en tiempos "normales", donde la pauta general parece ser el desacuerdo y el individualismo salvaje, se impusieron en días del TRUEQUE. 
Y así se sobrevivió hasta lograr recuperar los valores extraviados en el camino. 
Los bancos no existieron por un tiempo. Fueron lugares de público repudio. Muros de LOS LAMENTOS de la clase media que tenía algo que perder. 
Muchos de nosotros nos sentimos puestos en la fascinante y terrible tarea de armar una estructura que nos permitiese SOBREVIVIR sin bancos ni moneda, sin fuerzas políticas y con incipientes juntas vecinales y barriales. 
Ahora recuerdo esos momentos tan difíciles como el germen de nuestra actual fuerza. Porque la tenemos, a pesar de que no nos animemos a reconocerlo aún como sociedad. 
Claro, no todos hemos jugado los roles protagónicos activos en esa crisis. 
Pero esa es otra historia.

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