sábado, 1 de junio de 2013

no quiero con formar a nadie.
Cada vez que dejé de ser para tapar agujeros que vi en los otros, me perdí.
Cayendo en agujeros de lana de ropa ajena, en agujeros de pozos de calles lejos de mi casa. 
Mi forma no la conozco. 
Sé de la forma de cumplir mandatos ajenos, y darme gustos para recompensarme por haber cumplido, y castigarme con privaciones de autoestima, de mi reconocimiento de eso que soy, de yo, de mi.
No quiero ya con formar nada que no sea la forma de lo que quiere mi paso cada mañana.
In formes recuerdos de promesas no cumplidas, menos mal....
Pertinaz memoria del amor que se hizo piel, y alimento, calma y caricia cotidiana. 
Con la forma de mis sueños tejo tantas cosas que aún me queda lana para hacerme una bufanda en esta mañana de frío, en que la garganta es aún un pájaro a la espera de la tarde, sin trinos atravesando el aire.
No voy a formar parte de ningún proyecto que pretenda informarme de lo que no tiene forma alguna. 
No hay forma de torcer el cauce de un río sin un dique y yo no quiero diques y prefiero acallar las ganas, dando salida a mi forma de dejar fluir la pausa, la sencilla pausa que me devuelve algo de lo perdido, cada vez que, sin querer, me escapo por las cornisas de mis sentidos.

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